www.paquebote.com > Gustave Flaubert
Desde muy temprano se observa en los escritos de
Flaubert
una hostilidad violenta hacia esa actitud que busca la norma y cuyo principal
atributo es la estupidez.
En el Diccionario de prejuicios, Flaubert
ordenó un número considerable de palabras con intención
de mostrar el uso que hace de ellas un «estúpido ideal»,
es decir, las opiniones sustentadas por una mayoría, que gozan de
la aprobación general.
El Estupidario es una recopilación
de frases y citas que ponen en evidencia la vacuidad y estupidez del saber
humano, encarnadas en estimaciones sobre la historia, descripciones del
otro mundo, juicios y definiciones sobre el arte, afirmaciones sobre el
efecto nocivo de las novelas en las mujeres, las enfermedades, como la
ninfomanía, a las que pueden conducir las Bellas Artes, etc.
Estas dos obras, fruto de lecturas ingentes, constituían
el material sobre el cual Flaubert pretendía edificar la
última parte de Bouvard y Pécouchet, en la que los
dos peregrinos del saber, convencidos de la vacuidad del conocimiento,
acometen la magna empresa de catalogar la estupidez portentosa de los hombres.
Tres cuentos (1877) es la última obra acabada, la más
madura, que escribió Gustave Flaubert. La leyenda de San
Julián el hospitalario, Un corazón sencillo y Herodías
componen un tríptico ambientado en tres distintas edades de la humanidad
y asociado temáticamente a otras tantas novelas de Flaubert.
Un corazón sencillo -el mundo moderno (asociado a
Madame
Bovary)-, es la historia de una modesta sirvienta en la Normandía
rural del siglo XIX. Félicité es una mujer que vive feli
zy satisfecha a pesar de que sus sucesivas entregas amorosas jamás
fueron correspondidas.
La leyenda de San Julián el hospitalario recrea minuciosamente
la vida en la Europa medieval (y se asocia con su novela Las tentaciones
de San Antonio) a través de la vida de San Julián, cazador
compulsivo y parricida, y está inspirada en la historia del santo
«tal como la muestra la vidriera de una iglesia de mi tierra»,
según confesó Flaubert.
Y, finalmente, Herodías, el mundo antiguo (relacionado
con su obra Salammbô) nos aproxima al relato bíblico
de Salomé inspirado por el erotismo de su danza, que el autor hace
extensible a la decapitación de San Juan, y pone de manifiesto la
debilidad del prefecto Herodes, que no sabe qué hacer con el profeta
preso, en un mundo tan caótico, tan ruidoso y vacío al mismo
tiempo como aquél.
Ed. Germán Palacios
El azar de una calurosa jornada reúne a Bouvard y a Pécuchet : solitarios, ya no tan jóvenes, modestos empleados de oficina, son -no tardan en descubrirlo- dos almas gemelas perplejas en el caos de la vida moderna. Una herencia y un vago deseo de retiro filosófico y del cultivo de la sabiduría harán que se abismen en la agricultura, la química, la geología, la medicina, la pedagogía, la historia, la literatura, la alquimia? Pero su recompensa, lejos de lo que esperaban, les llenará de escepticismo, y el desánimo no tardará en aparecer. Esta auténtica farsa filosófica, publicada postumamente en 1881, ha sido considerada por muchos como la culminación literaria de ese implacable observador de la naturaleza humana y las infinitas manifestaciones de la estupidez que fue Gustave Flaubert.
Ed. Germán Palacios "Bouvard y Pecuchet", publicada tras la muerte de su autor en 1881, es la novela de la tontería y la vulgaridad contemporáneas, cuya raíz está en la fe ciega en el poder redentor de la técnica, de la industria y del comercio. Para la escritura de esta novela Flaubert realizó lecturas enciclopédicas que reflejan su obsesión por que el escritor deba estar documentado sobre lo que escribe, para que así la subjetividad se reduzca al máximo. Se trata, pues, de una novela claramente representante del "realismo objetivo" de Flaubert.
Publicados en un solo volumen en 1877, GUSTAVE FLAUBERT (1821-1880) inició la redacción de estos TRES CUENTOS en 1875, sumido en un intenso desaliento causado por circunstancias históricas y personales, y en medio de serias dudas acerca de su capacidad literaria. Aparentemente muy dispares entre sí tanto por su ambientación como por sus personajes -«Un corazón simple» se ancla en el realismo del xix, «La leyenda de san Julián el Hospitalario» bebe en la hagiografía y el mundo medieval, y «Herodías» recupera con fastuosidad el mundo antiguo-, estos tres relatos tienen en común, como apunta en su introducción Mauro Armiño, traductor y anotador de la obra, la simbiosis de religión y violencia, de leyenda maravillosa y de cruda realidad.